Según Ovidio, Scylla, una ninfa acuática, era deseada por Glauco, una deidad marítima. Ella le rechazó y pidió ayuda a Circe, la hechicera. Circe se enamoró de Glauco y, para destruir a Scylla, envenenó el arroyo donde la ninfa solía bañarse. Cuando Scylla entró en el agua se transformó en un monstruo horrible, tras lo cual se lanzó al mar que separa Italia de Sicilia y se convirtió en una roca, peligrosísima para los marineros, que lleva su nombre.

Leer el resto de esta entrada »